La escena final de «Luces de ciudad» es un magistral resumen del profundo humanismo de Charles Chaplin
En esta entrada voy a analizar la escena final de «Luces de la ciudad», la película de Charles Chaplin que se estrenó en 1931. Se trata de una de las obras maestras del cine mudo y de la comedia, que narra la historia de amor entre un vagabundo (Chaplin) y una florista ciega (Virginia Cherrill).
La película es un ejemplo de cómo Chaplin combinaba el humor con la emoción, creando situaciones cómicas y dramáticas al mismo tiempo. El vagabundo se hace pasar por un millonario para ayudar a la florista, que necesita dinero para pagar el alquiler y para operarse los ojos. Para conseguirlo, se hace amigo de un millonario borracho (Harry Myers), que le trata con generosidad cuando está ebrio, pero le rechaza cuando está sobrio.
La escena final es una de las más famosas y conmovedoras de la historia del cine. Después de pasar una temporada en la cárcel por robar el dinero que le dio el millonario, el vagabundo sale a la calle y se encuentra con la florista, que ahora tiene una tienda y ha recuperado la vista gracias a la operación. Ella no le reconoce por su aspecto, pero le ofrece una flor y una moneda por compasión. Él se niega a aceptarla y le dice que se la guarde. Ella le toca la mano y nota algo familiar. Entonces, le mira a los ojos y se da cuenta de que es él, el hombre que le cambió la vida.
La expresión de los rostros de los actores es magistral. Chaplin muestra una mezcla de timidez, vergüenza, esperanza y amor. Cherrill muestra una mezcla de sorpresa, gratitud, admiración y amor. La música acompaña el momento con una melodía dulce y emotiva. El diálogo es mínimo, pero suficiente para transmitir el mensaje. Ella le pregunta: «¿Puedes ver ahora?». Él responde: «Sí, puedo ver ahora». Es una forma de decir que ambos pueden ver más allá de las apariencias y que se aman tal como son.
El final es abierto y deja a la imaginación del espectador lo que pasará después. ¿Se abrazarán? ¿Se besarán? ¿Se quedarán juntos? Lo que importa es que se han reencontrado y que se han reconocido. Es un final feliz, pero también melancólico, porque sabemos que el vagabundo ha sufrido mucho para llegar hasta ahí y que su futuro es incierto.
«Luces de la ciudad» es una película que demuestra el genio de Chaplin como director, guionista, actor y compositor. Es una obra de arte que combina la risa con el llanto, el realismo con el romanticismo, la crítica social con la poesía. Es una película que nos hace reflexionar sobre el valor de las cosas simples, sobre la bondad humana y sobre el poder del amor.
La película está disponible en numerosas plataformas: Filmin, Acontra Plus, Prime Video o Tivify.