Memorias de África es una película de 1985 dirigida por Sydney Pollack. Un exquisito e inteligente drama romántico inspirado libremente en la obra homónima de la escritora danesa Isak Dinesen. La película narra la historia de Karen Blixen (Meryl Streep) quien a principios del siglo XX contrae un matrimonio de conveniencia con el barón Blixen (Brandauer), un mujeriego empedernido. Ambos se establecen en Kenia con el propósito de explotar una plantación de café. En Karen Blixen nace un apasionado amor por la tierra y por las gentes de Kenia. Pero también se enamora perdidamente de Denys Finch-Hatton (Redford), un personaje aventurero y romántico a la antigua usanza, que ama la libertad por encima de todas las cosas.
La película es una obra maestra del cine romántico, que combina el drama, la aventura y el paisaje africano. La actuación de Meryl Streep es impresionante, ya que logra transmitir la complejidad y la fuerza de su personaje, que se enfrenta a los desafíos de una tierra desconocida, a las presiones sociales y a los conflictos personales. Streep consiguió el Oscar a la mejor actriz por este papel, y se convirtió en una de las estrellas más reconocidas de Hollywood.
La película nos muestra cómo se desarrolla su relación a lo largo de los años, con momentos de felicidad, de pasión, de aventura, pero también con momentos de dolor, de distancia, de desencuentro. La película nos hace reflexionar sobre el significado del amor, de la libertad, de la lealtad y de la identidad.
La banda sonora de la película también es memorable, compuesta por John Barry e interpretada por la Orquesta Sinfónica de Londres. La música acompaña las emociones y las escenas de la película, creando una atmósfera envolvente y emotiva. El tema principal, llamado «Out of Africa», es una melodía que evoca el sentimiento de nostalgia y de libertad que experimenta Karen Blixen en África.
La película de Pollack es un hermoso canto a África pero también una historia de una gran modernidad, una historia de adulterio, enfermedad, muerte, soledad, marginación, ruina y desamor… Una película que ha envejecido de manera maravillosa. Una cinta que ha superado ese estigma de «película bonita» sin más para erigirse en un espectáculo cinematográfico de primer nivel. La maravillosa fotografía de David Watkin se combina en una simbiosis perfecta con una de las bandas sonoras más bellas de la historia del cine, compuesta por John Barry. Un músico del que ya hablé aquí cuando recordamos «Bailando con lobos«.
El vuelo de la avioneta sobre los maravillosos paisajes de Kenia y la música de Barry que «in crescendo» se va fusionando con la imagen, es una de las escenas más emocionantes de la película y del cine. Un momento culminado con ese detalle casi mágico y sumamente romántico de las manos de Streep y Redford que se sujetan en el cielo de África.
Memorias de África es una película que recomiendo ver si les gusta el cine romántico, las historias basadas en hechos reales y los paisajes exóticos. Es una película que te hace soñar, llorar y reflexionar sobre el amor, la vida y el destino.